Exposición SKULL SARS-CoV-2 / VIRU$ de Ernesto Ríos

Por Oswald Alonso

En 2021, Ernesto Ríos, artista multidisciplinario y profesor investigador de tiempo completo en la Facultad de Arquitectura y la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), presentó en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano la exposición individual SKULL SARS- CoV-2 / VIRU$».

A propósito de su trabajo, nuestro compañero reportero Oswal Alonso, conversó con él sobre el tema de la Covid-19 y cómo impactó en el arte. A continuación reproducimos la entrevista.

Oswal Alonso: Has estado muy ocupado trabajando de manera ininterrumpida en varias obras, que recientemente se mostraron en una exposición individual, platícanos de este trabajo.

Ernesto Ríos: Al igual que muchas personas fui bombardeado con información a través de los medios en torno al virus SARS CoV-2. Escuché varias noticias por la radio, videos alarmantes que llegaban por WhatsApp, memes, historias relacionadas con las teorías de la conspiración, hasta documentos científicos que son en los que precisamente me he enfocado.

Los documentos sustentados, fruto de la investigación científica me ayudaron a entender de manera más certera la complejidad de la pandemia que hemos estado viviendo desde el 2019. Desafortunadamente al parecer esta situación va a continuar con la nueva variante Ómicron que pone nuevamente en alerta a todo el mundo.

Por otra parte, como artista visual decidí ponerme en contacto con científicos de primer nivel de nuestra comunidad universitaria. Mi intención fue comprender mejor este fenómeno desde otra perspectiva. A partir de estos diálogos, fuí interpretando la secuencia genómica del virus a través de las artes visuales. Fue así como inicié la serie que se expuso en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo.

OA:¿Cuál fue el desarrollo y en qué consisten específicamente estas obras?

ER:  A partir del diálogo creativo y nutrido con la experiencia de científicos que tenemos en Morelos, me di a la tarea de ir interpretando con su asesoría la secuencia genómica del virus. Así realicé el primer cuadro que titulé “SKULL SARS-CoV-2”.Básicamente comencé a pintar con pinceles muy finos, letra por letra, la casi interminable secuencia genómica que tiene aproximadamente 30,000 caracteres (A, G, T, C). Cabe mencionar que el SARS-CoV-2 es un virus ARN y por lo tanto no tiene Timidina sino Uracilo. Sin embargo, como me lo explicó el Dr. Fidel Alejandro Sánchez Flores (actual director de la Academia de Ciencias de Morelos e integrante del Consorcio de Vigilancia Genómica de SARS-CoV-2), «por convención y practicidad, un genoma siempre se representa usando los nucleótidos del DNA. Todos los genomas de SARS-CoV-2 depositados a la fecha en GISAID o NCBI, están representados como DNA usando (A, G, T, C) como letras del código».

Con las letras (A, G, T, C) que conforman la secuencia genómica, fui pintando un cráneo monocromático. La obra, que sintetiza los efectos de un virus a través del arte y la ciencia, aborda una temática actual y nos coloca frente a un momento histórico en que el SARS-COV-2 ha cobrado en México la vida de más de 300 mil personas y en 180 países más de 4,899,169 millones de personas.

Espero que esta obra nos haga reflexionar sobre nuestra responsabilidad como especie y los efectos letales del virus en el mundo.

Fui jugando con el claroscuro, con las luces y las sombras para generar la ilusión de tridimensionalidad. Posteriormente fui integrando virus informáticos, para unirlos con el lenguaje de los virus orgánicos. Lo que hice básicamente fue fusionar estos dos lenguajes -los virus orgánicos y los virus informáticos- para combinar ambos lenguajes en una superficie bidimensional.

OA: ¿Cuántas pinturas realizaste durante la pandemia?

ER:  La primera serie está conformada por nueve pinturas de gran formato de 210 por 210 centímetros y un video de 2 minutos con 55 segundos de duración.

En la medida que el término virus ya no se limita a los seres vivos, sino que está presente en las herramientas informáticas, como las computadoras, según lo reconoce la propia Academia de la Lengua.

En esta serie exploré e investigué sobre las posibles similitudes y diferencias entre ambos fenómenos, a través de una serie de las nueve pinturas que se interrelacionan entre sí.

El código de los virus informáticos se fusiona con fragmentos de la secuencia genómica y geometrías que se asemejan a las composiciones musicales, patrones de separación de proteínas y visualizaciones codificadas de una amplísima gama cromática de blancos, negros y grises. En conjunto, estas obras monocromáticas podrían interpretarse como espejos de nuestro tiempo.

De pronto en algunas pinturas, no utilicé parte del genóma o fragmentos de códigos digitales, sino que representó los virus de manera geométrica. Hice una serie de interpretaciones basadas visualizaciones científicas como se visualiza en las electroforesis de proteínas. Las imágenes científicas me sirvieron como punto de partida para desarrollar otras interpretaciones pictóricas geométricas en donde intento generar ritmos entre el espacio positivo y negativo dentro del territorio de las artes visuales.

 

OA: ¿Cuánto tiempo te llevó la primera obra, recopilar la información, procesarla y finalmente pintar esta serie de obras?

ER:  Desde el día uno que me enteré del SARS CoV-2, desde ahí comencé a leer sobre el tema y a pensar de qué manera podría interpretarlo.

Desde que tuve las primeras noticias, hasta la fecha.  El cuadro del cráneo me tomó aproximadamente siete meses desde los primeros bocetos, hasta finalizar esa pieza.  Los otros ocho cuadros restantes, fueron trabajados en los últimos meses.

Lo que me gusta es interrelacionar los dos lenguajes (los virus orgánicos en contraposición de los virus informáticos), irlos superponiendo como si fueran capas de tiempo y también de información. Trabajo mucho con veladuras para dar la sensación de que hay profundidad y hay espacio dentro de las obras. Que hay tiempo. Fuí intercalando frases en chino, que también tienen que ver con el origen de este virus.

La idea es crear diferentes interpretaciones del mismo tema. Cada persona va ir teniendo su propia lectura dependiendo la información que manejan. Al final estas obras en conjunto representan un reflejo de nuestro tiempo. Son un espejo de los tiempos que estamos viviendo y creo que de eso se trata el arte, de reflejar lo que estamos viviendo y en este caso estamos atravesando por un periodo un poco obscuro.

Creo que las propias tecnologías están ayudando a crear nuevas redes de conexión y creo que es un momento muy importante en la historia, en donde esta conectividad nos puede llevar a un nuevo despertar de conciencia humana y planetaria.

Ojalá que el arte en ese sentido, conjuntado con la ciencia y la tecnología puedan ayudar a crear nuevas relaciones y a replantearse nuevas maneras de interrelacionarnos, no solo entre nosotros, sino también con el medio ambiente y con las especies que integran este planeta.

OA: ¿Qué tan complicado o difícil es para un artista y además investigador, desarrollar este tipo de temas y plasmarlos?

ER:  Ha sido un gran reto incursionar en temas estrechamente ligados a la ciencia; pero ha sido también muy enriquecedor tener estos diálogos, escuchar a grandes investigadores que poco a poco me han ayudado a entender esta complejidad. Yo no soy científico, ni programador; pero hablar con programadores, científicos, ingenieros y biólogos, me sirve para entender más a los virus y la época que estamos viviendo.

Siempre es un reto plantearse nuevas temáticas, pero creo que con este diálogo creativo que afortunadamente se da en nuestra comunidad, Morelos ha sido una experiencia muy positiva.

En Morelos tenemos un gran número de artistas y de creadores de todas las disciplinas. Al mismo tiempo, contamos con muchos centros de investigación, lo cual hace que sea un ambiente muy rico y propicio para propiciar estos diálogos y esta intersección que se da entre el arte, la ciencia y la tecnología.

 

OA: ¿Cuándo se van a volver a presentar las obras?

ER:  Estoy viendo la posibilidad de hacer itinerante esta exposición. Espero que pronto se presente en otros museos de México y estamos en ese proceso. Toma tiempo consolidar las fechas; pero debo decir que estoy muy contento de haber podido mostrar este trabajo por primera vez en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo, debido a que soy un artista originario de esta ciudad.

Considero que es muy importante que este tipo de espacios sean cada vez más incluyentes y que muestren también el trabajo de otros artistas morelenses y de otros estados.

Ojalá que Morelos se siga distinguiendo por estas colaboraciones positivas. Creo que esta interrelación e intersección de arte y ciencia, va a poner el nombre de Morelos muy alto. Me da mucho gusto que la Universidad Autónoma del Estado de Morelos permita este tipo de acercamientos y ojalá que sigamos en este diálogo creativo interdisciplinar.

Dichas obras pueden visitarse en la página: www.ernestorios.com.

Foto: Cortesía.