Presentó el artista Hugo Ortiz la obra monumental con 65,000 tuercas

Por Oswal Alonso

El artista plástico Hugo Ortiz, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ha culminado una obra monumental con 65,000 tuercas, titulada «La Encarnación del Conocimiento», una escultura de cinco metros de altura que se convertirá en un nuevo ícono del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE).

La pieza, concebida a petición de la ahora ex directora, Gigliola Pérez Jiménez, es una impresionante representación del logosímbolo del instituto: un libro abierto con tres caras que simbolizan el pasado, el presente y el futuro, con un átomo en su interior que alude al aprendizaje significativo.

La creación de Ortiz, lejos de ser una simple representación, es una exploración profunda del proceso de aprendizaje. Inspirado en un documental sobre científicos británicos que lograron «filmar» la sinapsis neuronal, el artista buscó plasmar la naturaleza orgánica y tangible del conocimiento.

El resultado es una obra construida con aproximadamente 65,000 tuercas soldadas, resina, fibra de vidrio y metal, que evocan las conexiones neuronales y las formas orgánicas observadas en el documental.

El proceso creativo, sin embargo, fue un desafío titánico, señala el artista, porque describe que  aunque se concibió inicialmente para completarse en seis meses, la escultura requirió casi tres años de trabajo.

La complejidad radicó en la técnica empleada: el modelado en yeso cerámico reforzado con mortero acrílico, seguido de la ardua tarea de soldar cada tuerca al molde negativo. Después, el calor generado por la soldadura obligó a un proceso de atornillar, soldar y desatornillar las tuercas, multiplicando el tiempo de trabajo. Dos personas se dedicaron exclusivamente a esta labor durante dos años.

Hugo Ortiz asegura que el resultado final justifica el esfuerzo: «La obra, que pesa aproximadamente dos toneladas, presenta un degradado visual de tuercas de diferentes tamaños, creando una estructura resistente y orgánica.

El metal se oxidará intencionalmente para contrastar con el blanco puro de la resina, que simboliza la pureza y el lienzo en blanco del conocimiento. Finalmente, se aplicará un barniz protector para preservar el tono oxidado».

«La Encarnación del Conocimiento»,  se ubicará en la explanada-jardín frente al edificio del Instituto de Ciencias de la Educación, actuando como un puente simbólico entre éste y el antiguo edificio de la Facultad de Psicología.

Su traslado requirió el uso de una grúa, dada su considerable peso y dimensiones. La obra, según Ortiz, es una de las que más satisfacción le ha brindado a nivel técnico, representando un hito en su carrera artística.

Fotos: Brenda Soto.