Imparten a estudiantes taller para el cuidado de la salud mental
Por Oswal Alonso
En el taller Herramientas para el cuidado de la salud mental, el psicólogo Alejandro Ballesteros Cotero, destacó la evolución del concepto de salud mental que ha pasado de ser la ausencia de enfermedad física a un bienestar integral y abarca aspectos emocionales, cognitivos y relacionales, visión integral que permite a las personas afrontar situaciones de la vida, desarrollar habilidades y contribuir al bienestar social.
Alejandro Ballesteros, académico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAEM, a cargo del programa de salud mental, impartió el taller realizado en el auditorio de la Facultad de Farmacia, el pasado 10 de octubre, organizado por el Centro de Investigación Interdisciplinar para el Desarrollo Universitario (CIIDU).
En su presentación enfatizó que la salud mental no se limita a la ausencia de trastornos, sino que implica capacidad para enfrentar situaciones estresantes, relacionarse de manera sana y constructiva, sentirse bien con uno mismo y aprender cosas nuevas porque la salud mental es esencial para el desarrollo personal y comunitario.
El terapeuta identificó tres determinantes clave de la salud mental: los factores biológicos que Incluyen predisposiciones genéticas, alteraciones neuroquímicas, lesiones cerebrales y enfermedades físicas que pueden afectar la salud emocional; psicológicos o individuales que se refieren a la historia personal, el entorno de crecimiento, las interacciones tempranas y las experiencias traumáticas que moldean la personalidad y la capacidad de afrontamiento; y las sociales que abarcan factores como la situación económica, política, ambiental y cultural, que tienen un impacto significativo en la salud emocional.
Ballesteros Cotero, mencionó cómo los discursos de odio por parte de líderes en el mundo, o ideologías machistas, pueden afectar negativamente la salud mental al privar de oportunidades o generar violencia; también abordó la importancia de las habilidades de afrontamiento, que no son innatas sino aprendidas, principalmente en los primeros años de vida a través de la interacción con padres y cuidadores.
Para ilustrar la importancia de la salud mental compartió que más de 280 millones de personas a nivel global sufren de depresión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); en México los trastornos más prevalentes son la ansiedad (14.3 por ciento de la población adulta), la depresión (9.2 por ciento) y el consumo de sustancias (5.4 por ciento).
También el Inegi reporta que 35 millones de mexicanos han experimentado un trastorno depresivo a lo largo de su vida, y se estima que 30 por ciento de la población experimentará algún trastorno de salud mental en el futuro.
El psicólogo alertó sobre la gravedad de que muchas personas no saben que padecen un trastorno mental, lo que dificulta su atención. Además, señaló que, aunque la salud mental es un derecho humano, el acceso a la atención psicológica es limitado.
Un tema crucial abordado fue el suicidio. En el estado, entre 2018 y 2022, 56 personas se quitaron la vida, 45 por ciento de ellas con un diagnóstico de depresión y resaltó que el suicidio no sólo se presenta en adultos, sino que se observa en niños, adolescentes y personas de la tercera edad, siendo los jóvenes de 15 a 25 años el grupo con mayor prevalencia. Atribuyó que la mayor incidencia se observa en hombres, debido a la presión social de ser «fuertes» e «invulnerables», lo que les impide buscar ayuda.
El especialista aseguró que la salud mental es un asunto de salud pública y que todos pueden contribuir a mejorarla porque conduce a un óptimo funcionamiento cognitivo, protege contra enfermedades físicas, mejora la regulación emocional y, en última instancia, proporciona una mejor calidad de vida y la capacidad de establecer relaciones positivas y empáticas, con un impacto generacional positivo.
Entre las recomendaciones para cuidar la salud mental, Ballesteros mencionó el cuidado físico: dormir adecuadamente, mantener una alimentación saludable y realizar actividad física; contar con espacios de ocio: desconectarse de las pantallas y permitirse el aburrimiento para fomentar la creatividad; gestión emocional: entender que todas las emociones tienen una función adaptativa y un mensaje, y aprender a manejarlas de manera constructiva; manejo del estrés: reconocer que el estrés es necesario, pero aprender a sobrellevarlo, por ejemplo, a través de la respiración consciente.
Concluyó que cuidar la salud mental es un proceso diario, similar a cuidar una planta, y que, aunque no existen fórmulas mágicas, la atención a estas prácticas básicas es fundamental, así como hablar con alguien de las emociones puede ayudar a dar claridad de lo que te está pasando.

Fotos: Cortesía.