Fin de semestre: estudiantes bajo presión
Por Nailea Vega
En el fin de semestre académico estudiantes del nivel medio superior enfrentan una oleada de estrés y ansiedad como resultado de la alta carga académica acumulada, la falta de organización y gestión del tiempo, como los principales detonantes de esta problemática.
Silvia Mendoza Vergara, titular de la Dirección de Educación Media Superior y María Elena Verano Miranda, jefa del Departamento de Orientación Educativa y Atención a Estudiantes, destacaron que en esta etapa de transición entre la adolescencia y la adultez, las y los jóvenes se ven abrumados por la acumulación de proyectos, tareas y exámenes, especialmente al no haber desarrollado aún habilidades sólidas de planificación.
En entrevista, las expertas señalaron que la presión por el rendimiento académico, el temor a reprobar o a no alcanzar los promedios requeridos para becas o ingreso a la universidad, intensifican la situación.
Además, factores externos como preocupaciones económicas, incertidumbre sobre el futuro profesional y la falta de redes de apoyo también juegan un papel crucial en el deterioro de la salud mental de los estudiantes.
Las especialistas coincidieron en que los síntomas más comunes observados son el estrés, la ansiedad, el insomnio e incluso ataques de pánico.
“El nivel medio superior de la UAEM, cuenta con el Departamento de Orientación Educativa y Atención a Estudiantes, integrado por 54 orientadores distribuidos en las ocho preparatorias, donde se ofrece detección temprana, intervención de contención y canalización a instituciones de salud especializadas, cuando es necesario”, expresaron.
Además, explicaron que se imparten talleres y pláticas formativas sobre autoestima, habilidades sociales, manejo de emociones y prevención de adicciones, entre otros temas relevantes para el bienestar integral de los alumnos.
Finalmente, Verano Miranda dio algunas recomendaciones prácticas a los estudiantes, son: organizar el tiempo, priorizar el descanso, alimentarse saludablemente, realizar pausas activas, evitar comparaciones y aprender técnicas de respiración y relajación.
Silvia Mendoza subrayó la importancia de normalizar la búsqueda de ayuda profesional y de construir redes de apoyo sólidas para fortalecer la resiliencia y afrontar los desafíos de esta etapa académica y de la vida en general.
Los docentes también sufren
Si bien la salud mental de los estudiantes durante la etapa final del semestre académico suele ser el foco de atención, existe otra realidad igualmente preocupante: el intenso estrés y la alta carga de trabajo que enfrentan los docentes.
Gabriela Pacheco López, jefa de la Licenciatura Virtual de Psicología de la Facultad de Psicología de la UAEM y encargada de las tutorías, señaló que el cierre de semestre es un periodo «un poquito caótico» para los docentes.
“La convergencia de fechas de entrega de trabajos y evaluaciones, genera una presión significativa, sumada a la necesidad de brindar un seguimiento constante a los estudiantes. Evidenciando el impacto en el bienestar físico y emocional de los profesores, diciendo que a menudo sacrifican horas de descanso para cumplir con sus responsabilidades”, expresó.
Uno de los principales desafíos que enfrentan los docentes es la evaluación en tiempo y forma, y la acumulación de trabajos por revisar, especialmente en grupos numerosos, que puede resultar abrumadora y generar frustración.
“La planificación anticipada mediante calendarios y la comunicación constante con los estudiantes, son herramientas clave para mitigar la presión”, dijo.
Sin embargo, enfatizó que el estrés emocional puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza y cansancio extremo, por lo que el autocuidado, se vuelve fundamental también para el profesorado.
Por su parte, el psicólogo Uriel Morales Quintana, coordinador de Formación Integral de la Facultad de Psicología de la UAEM, reconoció que la alta carga académica no sólo es exclusiva de los estudiantes.
«También los docentes enfrentan estos desafíos», afirmó, resaltando la importancia de capacitarlos en estrategias para optimizar su trabajo y evitar el desgaste físico y emocional.
Morales Quintana, también destacó la importancia de espacios de encuentro y diálogo entre los docentes, como salas de maestros, donde puedan compartir experiencias y aliviar la presión.
Ambos expertos coincidieron en la necesidad de que la comunidad universitaria aprenda a identificar los síntomas tempranos del estrés, que a menudo se manifiestan a nivel físico.
Asimismo, recalcaron la importancia de normalizar la búsqueda de ayuda profesional y de reconocer la salud mental, como una necesidad fundamental para todos los miembros de la comunidad universitaria.
La UAEM, a través del Programa de Salud Mental (Prosame) de la Facultad de Psicología, ofrece atención a estudiantes, personal administrativo y académico. La invitación es a no esperar a que los síntomas se agraven, sino buscar apoyo cuando sea necesario para contar con una comunidad universitaria en bienestar para todos sus integrantes.

Foto: Lilia Villegas.