Debaten en el CIQ la Inteligencia Artificial Generativa y el futuro académico
Por Nailea Vega
En el auditorio del Centro de Investigaciones Químicas (CIQ) el pasado 25 de noviembre, se llevó a cabo la mesa de diálogo “Inteligencia Artificial Generativa: Usos en la Educación Superior”.
El evento, coordinado por el Centro de Investigación en Ciencias (CInC) y el Centro de Investigaciones Químicas (CIQ), reunió a estudiantes y docentes del Instituto de Investigación en Ciencias Básicas y Aplicadas (IICBA).
Adriana Santamaría Bonfil, jefa de extensión del CInC, comentó que la actividad se planteó con el objetivo de reflexionar sobre los riesgos y desafíos éticos y metodológicos del uso de la IA en el proceso enseñanza-aprendizaje, así como establecer pautas de comportamiento y responsabilidad digital para profesores y estudiantes ante la inevitabilidad tecnológica.
La mesa contó con la presencia de Dante Antonio Figueroa Blancas, estudiante de la licenciatura en IA, IICBA; los investigadores Cercis Morera Boado del CIQ; y los investigadores del CInC Jorge Hermosillo Valadez, Lorena Díaz González, Daniel Arzate Mena; Adriana Santamaría Bonfil, Jefa de Extensión del CInC.
Durante la sesión, se exploraron los beneficios operativos de la IA, como la optimización de temarios, la generación de borradores de investigación y la retroalimentación instantánea, contrastándolos con las amenazas a la integridad académica.
En su participación, el profesor investigador Jorge Hermosillo Valadez, señaló que la IA ha acelerado la crisis de la verdad, “el gran desafío es la Hiper-Fidelidad de la falsedad, lo que hace casi imposible distinguir entre la información legítima y la sintética”.
Se concluyó que la falta de una alfabetización en IA en los estudiantes, podría llevar a una dependencia cognitiva, delegando la responsabilidad de su formación a los algoritmos y mermando el pensamiento crítico.
La mesa coincidió en la urgencia de redefinir el currículo educativo para abordar la IA como una herramienta y, simultáneamente, como un objeto de estudio ético y epistemológico.
En síntesis, el consenso fue que la IA Generativa no debe verse como un enemigo, sino como un agente de transformación que obliga a la academia a evolucionar. Los investigadores hicieron un llamado a la comunidad universitaria a trascender el uso superficial de la IA y a convertirse en prosumidores responsables de la tecnología, con el fin de navegar esta revolución con fundamentos científicos y ética sólida.

Fotos: José Luis Arroyo.


