Leona Vicario, la mujer que parió a la Patria
Por Julio Román
“La vida de Leona Vicario puede ser la de toda mujer que se acerque al conocimiento, que no busca la liberación, sino que la ejerce, porque para que surja el deseo de independencia, hay que tener una libertad de espíritu, resultado de la instrucción”, expresó Alejandra Atala, escritora y académica del Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales (IIHCS) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Autora del libro Charlas de café con Leona Vicario, Alejandra Atala, resaltó que Leona Vicario es mucho más que el nombre de una escuela, una calle e incluso de haber sido esposa de Andrés Quintana Roo, es “una mujer que renunció al confort y la comodidad para tomar la causa política de independencia hasta sus últimas consecuencias”.
Leona Vicario, cuyo nombre completo fue María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, nació el 10 de abril de 1789, tuvo una crianza intelectual directa de sus padres en una época donde las mujeres no tenían acceso a la educación. Desde los cinco años, aprendió francés, a pintar, tocar el piano y fue una gran lectora a pesar de que a las niñas de su tiempo sólo las instruían en el catecismo y el bordado.
Luego de la muerte de sus padres, Leona Vicario heredó una buena condición económica, lo que le permitió vincularse a la causa de la independencia junto a sus asistentes domésticas, María de Soto Mayor, Mariana y Francisca Fernández, Manuela e Ignacia Salvatierra. Sin embargo, “la participación de Leona Vicario fue más allá, convenció a unos armeros vizcaínos quienes, pagados por Vicario, fabricaron las armas del ejército insurgente, en Tlalpujahua, Michoacán, donde estaba al mando Ignacio López Rayón”, narra Alejandra Atala.
Es entre los años 1812 y 1813 cuando Leona Vicario, a sus 23 años, comienza a publicar artículos en dos periódicos fundamentales de ese entonces, El semanario político americano y posteriormente El ilustrador americano, fundados por dos intelectuales de la Independencia, Andrés Quintana Roo e Ignacio López Rayón. “De ahí que se diga que Leona Vicario fue la primera periodista de México”, refirió Alejandra Atala.
En este libro, Alejandra Atala cuenta la vida de la mujer cuyo nombre fue escrito con letras de oro en el Congreso de la Unión y dedicó en su honor el año 2020 como Benemérita Madre de la Patria, título otorgado por José María Morelos y Pavón, general en jefe del ejército insurgente independentista, además de ser la única mujer a quien se le ha realizado un funeral de Estado.
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