Las hormigas como modelo de investigación: chiquitas pero importantes
Por Mónica González
A través de una investigación que realiza el Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas (CINCCO) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), basada en las sociedades de hormigas, hoy se sabe que estos pequeños insectos son grandes ejemplos de la evolución de una sociedad y de quienes es posible aprender cómo funciona su sistema inmune, lo cual sería útil, incluso, para prevenir una pandemia como la del Covid-19.
El investigador del Laboratorio de Socioneurobiología del CINCCO, Germán Octavio López Riquelme, desarrolla una línea de investigación relacionada con la evolución de la sociedad para la que usa como modelo a las hormigas, a las que se les ha estudiado el cerebro por medio de encefalogramas y cuyos resultados establecen que las hormigas y los humanos enfrentan los mismos problemas en cuanto a conflicto de intereses.
“Se puede aprender de ellas en el aspecto biológico, principalmente, pero no en el orden moral o ético, en este sentido, los humanos podemos saber cómo funciona el sistema inmune de las hormigas, pues es muy eficiente; sin embargo, una vez que es traspasado, los sistemas de conducta que mantienen las infecciones controladas en las colonias pueden extinguirse, de tal suerte que el aprendizaje tendrá que ser en términos evolutivos”, dijo el investigador.
López Riquelme mencionó que los humanos contamos con un sistema de inmunidad social que actualmente ha sido traspasado por el virus del Covid-19 y para el que no tenemos defensas, “lo único con que contamos es el conocimiento, porque gracias al desarrollo científico estamos cerca de tener una vacuna que pueda ayudarnos a resolver este problema. Conocer la inmunidad social de las hormigas nos permitirá entender la propia inmunidad de los humanos y prevenir este tipo de situaciones”, expuso.
El investigador agregó que están en marcha otros proyectos, uno de ellos trata sobre el reconocimiento del parentesco, pues todo hace indicar que las hormigas son capaces de reconocerse entre parientes a través de señales químicas en el olfato, siendo que los humanos se reconocen por medio de la experiencia durante la infancia y en algunos casos, por el parecido que se comparte, es decir, las señales visuales, y ese es un tema clave para resolver los conflictos de intereses que existen entre individuos y parientes, en términos reproductivos, dentro de la colonia.
“Está surgiendo otra línea de investigación, que se está sintetizando, y trata sobre el reconocimiento y la cognición de la muerte, en términos de cómo responden los animales a los individuos de la misma especie que han muerto. Esto se conoce como Tanatología comparada y es ahí en donde el CINCCO ha sido pionero en ese tema con el trabajo de las hormigas”, dijo López Riquelme.
Finalmente, destacó: “las hormigas nos ayudan a conocer la evolución del cerebro y cómo procesa la información. Esto quiere decir que podremos entender cómo las distintas estructuras del cerebro producen diferentes aparatos cognitivos y conductas”.
Fotos: Cortesía.