Atiende UAEM la Ley de Espacios Cardioprotegidos

  • Desde septiembre, el Edificio 1 cuenta con un desfibrilador externo automático
  • Su uso aumenta la probabilidad de sobrevivir hasta un 70 por ciento

Por Julio Alanis

En México, una de cada cinco muertes se deben a enfermedades cardiacas, siendo la primera causa de mortalidad en el país.

David Martínez-Duncker Ramírez, académico jubilado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ha trabajado con un equipo de especialistas desde el año 2018 para consolidar espacios cardioprotegidos en Morelos y el país.

“La posibilidad de morir en un incendio es de 1 en 1,200, mientras que fallecer por un problema cardiaco es de 1 en 5, por ello debe contarse con más desfibriladores externos automáticos”, dijo.

Por esa razón, en el año 2021 fue aprobada por el Senado de la República la Ley de Espacios Cardioprotegidos, misma que fue avalada por el Congreso local morelense en junio de 2023, surgida de la necesidad de salvar vidas ante un evento de muerte súbita cardiaca.

“La muerte súbita cardiaca es aquella que ocurre una hora después de haber iniciado los síntomas del evento, cuando aparece el dolor en el pecho o cuando la persona es encontrada sin vida 24 horas después de haber sido vista por alguien de manera funcional, en el trabajo, en un evento familiar o en alguna reunión”, dijo.

La ley contempla que en lugares con afluencia de más de 1,500 personas en 24 horas, se debería contar con un Desfibrilador Externo Automático (DEA), así como personal capacitado para su uso e iniciar lo que se conoce como cadena de la supervivencia.

“Es decir, reconocer que la persona no tiene vida, activar el número de emergencia 911, solicitar un desfibrilador externo automático e iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar”, dijo.

Otros estados que han aprobado la Ley de Espacios Cardioprotegidos son Jalisco, Yucatán, Sinaloa, Sonora y la idea que se apruebe en todo el país como un ordenamiento jurídico conformado por Protección Civil, la Secretaría de Salud, Seguridad estatal y expertos en el tema, quienes tienen la responsabilidad de dar seguimiento a cada uno de los casos y de las sanciones respectivas cuando no se cumpla.

“Si nosotros sólo somos espectadores y no actuamos frente un evento de muerte súbita cardiaca, menos del 2 por ciento de las personas sobreviven, en cambio, si se utilizan las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) las probabilidades de sobrevivir son de un 8 a un 10 por ciento, pero si se utiliza un equipo de desfibrilación, la probabilidad de sobrevivir se incrementa hasta un 70 por ciento, previo a recibir ayuda especializada”, explicó.

Erik Hervey González Cruz, director del Instituto de Medicina del Deporte (Inmedep) informó que han ofrecido cursos de capacitación, tanto a instituciones públicas como privadas, además de difundir entre la sociedad, autoridades y empresarios, la importancia de adquirir un desfibrilador para que se incrementen los espacios cardioprotegidos.

Cabe resaltar que el pasado 16 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la RCP y la Facultad de Arquitectura, en coordinación con la Escuela de Turismo de la UAEM, invitaron al Inmedep para impartir un taller de reanimación cardiopulmonar en el que participaron 444 alumnos y docentes.

Como resultado de estas actividades de concientización, el pasado 19 de septiembre, el Edificio 1 de la UAEM se convirtió en el primer espacio cardioprotegido de la institución, al contar con un desfibrilador externo automático y personal capacitado para su uso.

Fotos: Mauricio González y José Luis Arroyo.