Ante la recesión que vive México es necesario recurrir a la economía solidaria

Por Oswal Alonso

A nivel global, la pandemia de Sars-Cov-2 generó una recesión económica en la cual, el Estado mexicano debe intervenir con políticas de desarrollo y no de mitigación de la pobreza, así lo plantea el economista Sergio Vargas Velázquez, coordinador del doctorado de Ciencias Sociales de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautla (FESC), de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

Entrevistado sobre los retos económicos que enfrentan las familias durante esta pandemia en el 2021, el investigador explicó que la recesión que vivimos en México no fue provocada por una crisis financiera mundial, sino porque se frenó la actividad económica y el consumo debido al confinamiento por la pandemia.

En el caso de Morelos, esto se agudizó porque, en su opinión, en las últimas décadas pasó de una actividad productora agrícola a un proceso de terciarización de actividades como el turismo, según los últimos censos económicos, sin contar que no cuenta con un sector exportador que se vincule con la expansión de la economía de Estado Unidos, como sí ocurre con los estados de Querétaro y Guanajuato.

“De la pandemia y sus efectos no saldremos este año, lo que se complica porque la política económica del presidente Andrés Manuel López Obrador es de ajuste de políticas neoliberales, que se han traducido en recorte de presupuestos en instituciones federales, como ocurrió en el tema ambiental y gestión del agua, donde se dejó de invertir en infraestructura a nivel nacional, en consecuencia deja de haber inversión pública y se cae la inversión privada”, dijo.

Vargas Velázquez dijo que para enfrentar la crisis económica, ciertos sectores dentro de la sociedad morelense son capaces de enfrentar esta recesión recurriendo a esa relación de grupos solidarios, con las familias o grupos en sus comunidades, práctica que no es nueva pero que cobra relevancia en estos momentos, sin embargo, la calidad de vida se deteriora.

El académico afirma que no hay una sola receta para salir de la crisis económica que vive la sociedad, “porque cada sector va a implementar distintas estrategias, es el caso de los productores agrícolas, quienes pueden generar una economía de subsistencia, producir para comer, lo que los aislará un poco de la economía de mercado, pero si no hay demanda de flores ornamentales pueden producir maíz para sostenerse”, dijo.

La situación no es muy diferente en las ciudades. Vargas Velázquez considera que una estrategia para el pobre urbano es la diversificación de actividades, aunque le dejará un ingreso mucho menor.

En cualquiera de los casos, ve factible aplicar una economía solidaria o familiar para resistir la recesión que, de acuerdo a su pronóstico, se prolongará hasta el 2022.

Fotos: José Luis Arroyo y Cortesía.