Estudian en la UAEM creación de jardines de mariposas

 

Por Oswal Alonso

Los jardines de mariposas brindan múltiples beneficios ambientales a los insectos que los habitan, además poseen un valor cultural y estético, dijo la investigadora Sandra López Gutiérrez, durante el Tercer Encuentro de Experiencias del Conocimiento en Manejo y Conservación de Recursos Naturales, que se realiza cada semana en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

Sandra López, especialista en taxonomía y ecología de mariposas diurnas de diversos ecosistemas del estado de Morelos, explicó durante su ponencia virtual presentada en el CIB, el pasado 23 de marzo, que las mariposas son insectos carismáticos gracias al colorido y diseño de sus alas escamosas.

“Son atractivas para el ser humano y debido a sus hábitos alimenticios y reproductivos, es común observarlas en áreas donde existen plantas con flores de las que se alimentan o en aquellas que serán utilizadas por sus larvas, lo que ha fomentado el interés por la creación de espacios de exhibición, como los jardines de mariposas”, dijo.

Describió que la existencia de mariposas en diversos lugares es un indicador de la calidad de hábitat, lo que también despierta cada vez más el interés por los jardines de mariposas.

La información que presentó forma parte de un trabajo de investigación que realizó del 2015 al 2018 en el municipio de Amacuzac para el zoológico Zoofari, donde tenían intención de instalar un jardín de mariposas.

Para tener un jardín se necesita contar con luz, agua, alimento, un entorno adecuado, monitoreo, reconocimiento y ubicación, esto significa que antes de iniciar, debe existir un reconocimiento previo de qué especies habitan en la zona, los requerimientos ambientales propicios para la sobrevivencia de los organismos o para atraerlos, conocer la vegetación existente, geografía o clima del lugar, disponibilidad de agua durante el año y la iluminación para generar un ambiente amigable.

Una de las sugerencias que se hicieron para quienes tienen intención de construir un jardín de mariposas fue incorporar frutos en descomposición y excremento como una fuente de minerales, ya que las especies como Eunica monima y Miscelia cyanathe, suelen alimentarse de ellos.

La investigadora explicó que el trabajo para el zoológico permitió identificar 122 ejemplares, 41 especies de mariposas de cinco familias y 35 géneros, incluido el registro de una nueva especie en el estado (Yphthimides renata). En Morelos existen 333 especies de mariposas diurnas y están distribuidas en 154 géneros.

Fotos: Cortesía.