Celebran 11 años de investigación en ciencias naturales
Por Oswal Alonso y Nailea Vega
El programa de Doctorado en Ciencias Naturales del Centro de Investigación en Biotecnología (CEIB) de la UAEM, celebró su décimo primera edición con un congreso anual que tuvo como objetivo la difusión de los avances de investigación de sus estudiantes.
En el inicio del congreso, el investigador Víctor Manuel Córdova Tabares, impartió la conferencia «Arachnida en el registro fósil en México», y señaló que a nivel mundial existen cerca de 120,000 especies de arácnidos, clasificadas en 11 órdenes, siendo los ácaros el grupo con mayor número de especies, seguidos de las arañas.
Su presentación trató sobre el registro fósil de arácnidos en ámbar de Chiapas, México. Dijo que el registro fósil mexicano de arácnidos comienza en el Cretácico y que el 99 por ciento del registro fósil se encuentra en ámbar, incluyendo amblipígidos, arañas y escorpiones. Describió que el ámbar es una resina vegetal fosilizada que requiere al menos 40,000 años de maduración en un ambiente con bajo oxígeno, alta presión y sedimentación para fosilizarse.
Dijo que en México los depósitos de ámbar más grandes se encuentran en Chiapas con una edad aproximada de 24 millones de años, se asocia a un ambiente de tierras bajas costeras, extrayéndose en tres municipios, siendo la mayor extracción en Simojovel; en este recuento, le siguen Coahuila y Baja California, en cantidad de depósitos.
El trabajo se centra en determinar la diversidad de arácnidos fósiles en ámbar de Chiapas, donde se registran 85 especies en total y, finalmente, destaca la falta de normativas para la conservación de fósiles en México, utilizando como referencia las normas brasileñas para valorar el material.
En la inauguración del congreso, estuvieron presentes Michelle Monterrosas Brisson, directora de la Facultad de Ciencias Biológicas; María del Refugio Trejo, directora del CEIB; Elizabeth Arellano Arenas, directora del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC); y Alejandro García Flores, director del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB).
Monterrosas Brisson y Refugio Trejo coincidieron en señalar que el Doctorado en Ciencias Naturales es un programa de posgrado sui generis, porque involucró a cinco unidades académicas y que, a pesar de estar adscrito a la Facultad de Ciencias Biológicas, es operado por el CEIB. Ahí mismo, Ramón Suárez, coordinador del doctorado, destacó que el núcleo académico está compuesto por 40 profesores investigadores, todos integrados en el Sistema Nacional de Investigadores.
Por su parte, estudiantes de primero a sexto semestre presentaron sus avances en formato de cartel, fomentando así el intercambio de conocimientos entre pares.
Cabe resaltar que el Doctorado en Ciencias Naturales es un programa interinstitucional que congrega a cinco unidades académicas: la Facultad de Ciencias Biológicas, que es la unidad de adscripción; el Centro de Investigación en Biotecnología, como unidad operativa; el Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC); el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) y la Escuela de Estudios Superiores (EES) del Jicarero, lo que enriquece el programa y amplía el impacto de la investigación.
Las líneas de investigación principales que se abordan son la Biología Evolutiva y Conservación, y la Biotecnología. Esto se traduce en proyectos que van desde la restauración ecológica y el análisis de la biodiversidad (plantas, animales, bacterias), hasta iniciativas biotecnológicas centradas en biorremediación, tolerancia al estrés abiótico en plantas, control biológico y análisis de biomoléculas activas con diversas aplicaciones.
También se contó en el congreso con la participación de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del propio CEIB, quienes compartieron sus conocimientos y experiencias.

Fotos: Mauricio González.